lunes, 14 de noviembre de 2011

Soplo de aire fresco

Planes inesperados para tal día. Hecho el pacto sin seguridad de llegar a realizarlo.
Sin mucho que decir por miedo a equivocarnos, a decir alguna tontería. Sin darme cuenta me vi envuelta en tus besos, pero no quería escapar, me siento bien ahí. Envueltos en un bucle dejamos pasar las horas sin dar importancia a las diferencias. Diferencias convertidas en cosas comunes que ayudaron a perdernos todavía más.
Las palabras fluyeron como queriéndose escapar antes pidiendo permiso a los besos.
Libres y sin tapujos como niños que no tienen miedo a nada. Pero yo si lo tengo, la magia es demasiada para ser real, no todo puede ser verdad me digo a mi misma en aquellos instantes. Me evado de esos pensamientos y vuelvo a centrar mi atención en tus ojos, tu sonrisa y tus besos interminables.
Pero todo acaba, llegó la hora de regresar a la realidad, esa de la que me quiero escapar constantemente. Con un simple adiós y un último recuerdo de tus labios veo alejarse a la magia antes creada y las horas de no encontrar nuestras diferencias.
Pasado un tiempo vuelves a recordar en mi esa sensación que me cuesta sentir muchas veces, pero la haces esconderse sacando a la luz tus inquietudes a cerca de todo esto. Hago un esfuerzo por entenderte pero no lo logro, quiero que cambies y veas que puede ser distinto, que las diferencias pueden unir. Recuerda que nada está escrito y nada tiene normas o leyes. Que los polos opuestos se atraen.
Volvamos a ser niños sin miedos e imaginar que todo es posible.

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