lunes, 12 de marzo de 2012

Dulces sueños

Y es que no lo puedo negar. Me encanta ese olor a mañana, ese que me gustaría recordar cada día. Te hace soñar de nuevo, como si estuvieras dormida de nuevo, inmersa en el mejor de los sueños, pero este es real.
Estas a su lado, mirando cada centímetro de su cara, contando silenciosamente sus lunares. Despertarle con un beso para que seas lo primero en su despertar. Notar su respiración calmada, fruto de los sueños ahora interrumpidos.
Me acerco poco a poco a su pecho. Allí me duermo, el sonido de su corazón me relaja. Ahora es su turno  despertarme, el dulce sabor de unos labios cálidos me arrancan de los brazos de Morfeo, pero no me importa.
Ahora sus  ojos son ávidos, llenos de pasión, me dejo llevar somnolienta por ese nuevo sueño, está plagado de sentimientos, recónditos y siempre escondidos.
Dormir a cada hora, en cada ocasión posible, sólo para poder despertar a su lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario